Aunque el resultado de un homicidio y un asesinato son el mismo: la muerte de otra persona, ambos hechos delictivos no son para nada sinónimos, en contra de lo que muchos piensan. De hecho, en nuestro despacho de abogados en Bilbao sabemos que el código penal español los diferencia claramente, ya que mientras que el asesinato es un acto pensado y planeado, en el homicidio no existe tal premeditación. Lógicamente, las penas impuestas son superiores en el primer caso.

Aunque en el homicidio no hay premeditación sí se puede hablar de homicidio voluntario cuando hay intencionalidad, aunque se fruto de un arrebato momentáneo o de una ofuscación. Por ejemplo, en una pelea entre dos personas. El homicidio tiene otra variante que es el homicidio involuntario. Un ejemplo de esto es atropellar a un peatón. Las penas por homicidio doloso o voluntario van de 10 a 15 años de prisión y de 1 a 4 por homicidio involuntario.

En nuestro despacho de abogados en Bilbao te recordamos que en el caso de asesinato, en el que además de intencionalidad, la acción ha sido “estudiada”, las penas pueden ir de los 15 a los 25 años, o más si concurren dos o más circunstancias agravantes.

Estos agravantes son, en primer lugar, que haya alevosía. La alevosía es matar a otra persona a traición sabiendo que no se va a poder defender. El segundo agravante es el ensañamiento (aumentar de forma deliberada el sufrimiento de la víctima), y el tercero la concurrencia de precio: matar a alguien a cambio de dinero u otro tipo de beneficio.

En Lartitegui Sebastián somos un despacho especializado en derecho penal con amplia experiencia y cualificación, así como en violencia de género con la mejor asistencia legal posible.